El corte por láser se ha consolidado como una tecnología clave en la fabricación industrial gracias a su gran precisión, capacidad para trabajar con diseños complejos y la alta calidad de los acabados. Su velocidad y versatilidad lo hacen indispensable en sectores como el automovilístico, el electrónico, el aeronáutico y el médico.

Esta técnica destaca por su capacidad para cortar diversos materiales, como metales, plásticos, cerámicas y maderas, obteniendo acabados limpios sin necesidad de procesos posteriores. Además, reduce los residuos y evita deformaciones, ya que no hay contacto físico con el material. El corte por láser seguirá evolucionando, siendo una herramienta esencial en el futuro de la manufactura industrial.

¿Cómo funciona el corte por láser?

El corte por láser es un proceso térmico que utiliza un haz de luz concentrado para fundir o vaporizar el material con gran precisión. Este haz es guiado por un sistema CNC, que permite controlar el proceso con gran detalle. Al mismo tiempo, un gas de asistencia expulsa los residuos y limpia la zona, garantizando un corte de alta calidad.

Los pasos clave del proceso son:

  1. Generación del haz láser: El láser calienta el material en un punto específico hasta fundirlo o vaporizarlo.
  2. Focalización del haz: El haz se dirige a una zona muy pequeña, logrando un corte limpio y preciso.
  3. Corte del material: A medida que el láser se desplaza, el material se funde o vaporiza, mientras que el gas de asistencia enfría y limpia la zona de corte.

Gases auxiliares en el corte por láser

Los gases auxiliares son esenciales para mejorar el rendimiento del corte por láser. En particular, el nitrógeno ofrece grandes beneficios en la producción industrial. GasN2 suministra nitrógeno de alta calidad para evitar la oxidación en materiales como el acero inoxidable y el aluminio, garantizando acabados limpios y brillantes.

Beneficios del nitrógeno en el corte láser:

Prevención de la oxidación: El nitrógeno impide la reacción del oxígeno con materiales como el acero inoxidable, evitando la formación de óxido y la decoloración.

Mejora de la calidad: Enfría el material y elimina los residuos, asegurando cortes precisos sin rebabas.

Aumento de la velocidad: En ciertos materiales, permite cortar más rápidamente al evitar reacciones no deseadas.

Compatibilidad con materiales sensibles: Garantiza cortes limpios en materiales como el aluminio o el titanio sin alterar sus propiedades, algo esencial en sectores como el aeronáutico.

El corte por láser, combinado con gases como el nitrógeno, ofrece precisión, eficiencia y sostenibilidad, posicionándose como una tecnología imprescindible en la fabricación industrial moderna.